27 jul 2009

Leslie, Capítulo 1, El comienzo

"Me llamo Alexandra Leslie Valentine y tengo 18 años, vivo con mis padres y con mi hermana pequeña Sarah, somos de Inglaterra y nos consideramos de clase media/alta...."

Gruñí y le dí a la tecla de Supr, no me gustaba para nada la idea de escribir mis memorias, pero Natasha había dicho que nos vendria bien contar las cosas que nos habian pasado pero no sabia porque la habia hecho caso.
Hace una semana me dijo que se habia inscrito en una revista, odiaba el poder de persuasión que podía tener Nath con la gente, y de la noche a la mañana la habían hecho reportera jefe de la revista, comentó que tenia una buena historia y aseguro que le encantaría al mundo y sobretodo a los lectores de la revista "New York Times", la historia de dos vampiresas que habian vivido miles de años y que contarían su transición.
Me levanté del sofa y dejé el portatil sobre la mesa, me asome a la ventana y pude ver que esa noche contaba con una esplendida luna llena, a lo lejos podían oirse los gemidos de la noche junto con los aullidos de los lobos, chasqueé la lengua y volví al sofa, cogí de nuevo el ordenador y volví a probar.

"Mi padre poseia unas cuantas tierras y era mano derecha de un importante principe, mientras que mi madre se encargaba de cuidarnos a mi hermana y a mi, a padre nunca le habia gustado que ella trabajara por lo que esta casi nunca salia de casa.
Sarah tenía 5 años y estaba encantada con que mi madre no la dejara nunca sola, era muy miedosa y creia que por las noches los monstruos del bosque vendrían a por ella, mi padre tuvo que tapiar sus ventanas para que dejara de asustarse de las sombras."

Me llegó el olor de Natasha y me levanté, abrí la puerta y me la encontré bajando de su coche, negro como el color de sus ojos cuando se enfadaba.
Venía pintandose los labios por lo que supuse que vendria de alimentarse.
- No se porque he dejado que me metas en estos lios .- dije mientras me apoyaba en el marco de la puerta.
Natasha me sonrió con su tipica sonrisa burlona.
- Es una buena idea contar al mundo nuestra historia .- dijo mientras se colocaba a mi lado, me pasó un brazo por los hombros y me miró - Nos haremos famosas Less, es lo mejor que nos va a pasar en el mundo aparte de esto .- dijo, acto seguido sacó los colmillos y paso la lengua por ellos, para que si no me habia enterado, me diera cuenta a lo que se referia con "esto"
Quité su brazo y volví a meterme para dentro
- Guarda el coche y dejame tranquila, ya que tengo que hacer esto lo minimo que puedo hacer es hacerlo bien .- susurré
Miré hacia la puerta pero Natasha ya no estaba, como odiaba que hiciera eso.
Volví a coger el portatil..

"El dia que cumplí los 18 mi padre me llevo al castillo del principe, desde bien pequeña habia dicho que cuando los cumpliera él mismo se encargaría de llevarme hasta su majestad.
Mi madre me habia ayudado a arreglarme y me habia hecho un recogido precioso con mi larga melena rubia, me acuerdo cuando dieron las 12 de la noche, mi padre entró en casa y cuando me vió vino abrazarme
- Alexandra estoy muy orgulloso de ti, sé que tu seras la futura princesa y nos llevaras a todos hacia un mundo mejor .- me dijo.
((Se me habia olvidado deciros que mi padre queria llevarme a ver al principe solamente para que se enamorara de mi belleza y me convirtiera en su reina.))
Solo pude asentir y me agarré del brazo de mi padre, caminamos hasta donde tenian la carroza y me ayudo a subir, pero él no lo hizo.
- ¿No vienes padre? .- pregunté
Mi padre negó con la cabeza
- El principe ha solicitado verte solo a ti .- dijo
Me despedí de el y nos alejamos de mi casa, llegamos al poco tiempo al castillo y me ayudaron a bajar, en la puerta habia un joven esperandome, era rubio, bastante alto comparado conmigo que cuando me vio vino hacia mi.
- La llevare con el principe señorita .- me dijo.
Empezó a caminar y le seguí en silencio mientras contemplaba los miles de cuadros colacos por las paredes del castillo.
El joven se paro y me señaló una puerta, la miré y cuando iba a darles las gracias al joven ya se habia marchado.
Llamé levemente y entré, la sala estaba oscura, lo unico que se veia era la tenue luz de la luna que entraba por una de las pocas ventanas que tenía la habitación.
- Me alegro de conocerla señorita .- dije una voz.
Giré la cabeza a donde venia la voz, pero lo unico que vi fue...oscuridad.
- ¿Milord? .- fue lo unico que mis labios pudieron articular.
Lo siguiente que oí fue un choque de palmas que hizo que la luz se encendiera.
Tuve que cerrar los ojos debido al cambio de luz y cuando los abrí un hombre de unos 23 o 24 años presidia la sala, estaba sentado sobre un trono de color rojo, parecido al carmín de mis labios, era tremendamente atractivo y no entendía el porque el principe no habia encontrado ya a su princesa"

Deje un rato de escribir y suspiré, recordar todo esto no me hacia sentirme mejor y lo que menos queria era publicar mi historia en una revista del cotilleo.
Fui a la cocina y saqué una cerveza del frigorifico, me apoyé en la mesa de la cocina e hice aparecer alli el portatil
"- No quiero que me llame milord .- dijo mirandome - Llameme Benjamin .- susurró
El sonido de su voz se perdió en la oscuridad y yo no me atreví nisiquiera asentir con la cabeza.
Su voz irradiaba belleza, carisma, fuerza y sobretodo poder, un poder inimaginable.
Se levantó y vino hacia mi, cuando estuvo a unos cuantos pasos sonió, dejando a la vista sus perfectos y blancos dientes.
- ¿Está asustada? .- preguntó de la misma forma que te preguntan que tal estás.
Negue con la cabeza
- ¿Deberia de estarlo milord? .- murmuré - No me gusta que me llamen de usted, le pido por favor que deje de hacerlo señor, mi nombre es Alexandra .- dije queriendo parecer firme
Al principe pareció hacerle gracia porque lo que escuché fue un sonido parecido a la risa.
- Es demasiado valiente de venir hasta aqui tu sola señorita Alexandra .- dijo
Arrugué la nariz y negue con la cabeza
- Vine sola hasta aqui porque usted lo ordeno asi .- dije mirandole, estaba empezando asustarme
Esta vez si supe que el principe se estaba riendo, una carcajada resono en toda la habitación
- Asi que el querido Gabriel ha dejado a su querida princesita venir sola al Castillo Pessi y a estas horas de la noche .- dijo y acarició mi mejilla.
Quisé apartar su mano de mi pero no pude, mis manos temblaban y estaba empezando a encontrarme un poco mareada...¿Mi padre me habia mentido?"

Deje de escribir y suspiré, mis manos volvian a temblar, de la misma manera que lo hicieron cuando conocí a Benjamin, aquel que habia sido mi perdición y la de mi familia...
Me asomé por la ventana y gruñí, habia estado toda la noche escribiendo y no habia tenido oportunidad de alimentarme, ya estaba amaneciendo, baje al sotano y Nath ya estaba metida en su ataud pero todavia con la tapa abierta.
- Por tu culpa ahora tengo que esperar hasta mañana para alimentarme .- dije metiendome en mi ataud, se me clavó una astilla en el dedo y gruñí - Como lo de los ataudes, ni que no pudieramos dormir en una cama aqui en el sotano.
Natasha se echo a reir y cerró con fuerza la tapa de su ataud.
- Buenas noches querida Less .- la escuché decir
Negué con la cabeza y cerre yo tambien mi tapa
- Buenas noches .- susurré

24 jul 2009

Epílogo

Cuando la vida te da una segunda oportunidad...¿dejarías todo lo que tienes por aprovecharla?, algunos dicen que si, otros que quizás lo mejor es que siga con mi pesima vida y deje de creer en cuentos de hadas o otros incluso dicen que como es posible tener 2 oportunidades en la vida.
Bueno pues a nosotras la vida nos presentó otra oportunidad, quizás fue porque desperdiciamos la primera vida y por ello nos dieron otra vida mejor, porque eso era lo que pensabamos, que seria una vida mejor....vamos a contaros nuestra historia, como nos conocimos hace mas de 1500 años